martes, 18 de septiembre de 2012

¿De Quién son las Cajas?

Publicado en "Cinco Dias"
Junio 2010

Pues, son de usted, de su vecino, de su otro vecino y también mías, claro.

Las Cajas de Ahorro no tienen accionistas, no tienen un capital que pertenezca a unos titulares persona físicas o jurídicas. Son gestionadas por Consejos de Administración formados por personas que ostentan la representación de un variopinto grupo de entidades: ayuntamientos, diputaciones, autonomías, diversos sindicatos, los impositores y el personal de la propia Caja.

Las Cajas no reparten dividendos, es decir si obtienen beneficios estos deben ser destinados a “capitalizar” la propia Caja, o en un porcentaje relevante a la Obra Social, que lo reparte entre diversas entidades sin animo de lucro, culturales o de asistencia social en sus diversas modalidades.

Las Cajas de Ahorro son entidades financieras sujetas a las disciplina del Banco de España que inspecciona regularmente su situación, y en el caso de que el resultado de su gestión sea deficitario con riesgo de quiebra, se produce una intervención de dicho organismo.

Los gestores de las sociedades mercantiles quebradas o en concurso de acreedores, se ven sometidos a rigurosos procedimientos, que determinan su responsabilidad en la situación societaria creada y que en alguna forma pretende garantizar una gestión eficaz, en custodia de los intereses de los accionistas y de los terceros que en la entidad han confiado.

En las Cajas se evita por encima de todo entrar en una situación concursal o de quiebra, se fusionan con otra caja, o son absorbidas, se busca una fórmula para reponer el equilibrio patrimonial con recursos públicos (el FROB). La responsabilidad de los gestores, si es que alguien la exige,  queda difuminada y la generalidad de los ciudadanos no suelen tener conocimiento de sus consecuencias.

Las Cajas de Ahorro tuvieron un origen y una finalidad, que tenía que ver con un carácter de obra social que muchas de ellas cumplieron honorablemente, a demás de hacer aportaciones muy positivas al sistema económico y social español.

Llegados a la situación actual no sé si sería preferible que las Cajas sean declaradas entidades financieras de propiedad pública y gestionadas por presidentes ejecutivos,  consejos de administración o directivos profesionales, seleccionados por sus conocimientos técnicos y no por su filiación política.

Pero es muy probable que la opción obligada sea privatizar las Cajas, permitiendo así su acceso al mercado de capitales, se da actualmente la paradoja de que una Caja puede comprar un Banco, pero un Banco no puede comprar una Caja. Mejoraría  la transparencia del sistema financiero y su gestión sería más  acorde con criterios técnicos propios del sector, separando la labor de atender a entidades de asistencia social y cultural, que como en el modelo italiano, se pueden confiar a  Fundaciones.

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