Publicado en "Expansión y Empleo"
Mayo 2010
Si no se es
profesional de este deporte, sino simple aficionado o jugador “amateur”, hay
que tener cuidado con la respuesta. Si contestas que sí, el tema se puede
complicar: casi a continuación vendrán los siguientes interrogantes: ¿Qué
hándicap tienes?, ¿lo cumples?. ¡Ay de ti si no has dado la respuesta correcta!.
Llevo muchos años
seleccionando personas para cargos directivos. La mayor parte practican el
deporte del golf y son socios de algún club conocido. He terminado descubriendo
que uno de los mejores medios para conseguir una selección acertada, es compartir con el aspirante, una partida de
golf, escenario donde se descubren capacidades, habilidades y competencias diferentes.
Hoyo uno: “Driver”.
Va a iniciar el “back swing”. ¿No se le
ocurrirá una postura vacilante, ni cambiarla cuatro o cinco veces antes de
encarar la bola para lanzarla?, ¿Tampoco pondrá gesto de suficiencia y
desprecio del que va “sobrao”, sabe que va a ganar y nadie va a enseñarle nada
nuevo?. Naturalidad por favor, gesto sereno, con la humildad del que sabe que
sabe y también que a la bola le puede dar por ir a su aire.
Hierro en calle:
Distancia complicada, un poquillo de aire de frente y el “green“ bastante
defendido por ”bunkers” en sus laterales y con un posible “out” por
detrás. ¿Será conservador, arriesgado,
atolondrado?. Bueno, no ha estado mal, arriesgó, quedó en “green” pero para el
pateo tiene una caída importante.
Pateando: Podría
hacer el “birdie”, pero es casi imposible, lo lógico es tirar a dos “putts” y
en todo caso que el segundo sea hacia arriba. ¿Será de los que juegan siempre a
cara o cruz, de los que tienen una estrategia? Vale, arriesgó demasiado e hizo
tres “putts”. Pasemos al hoyo siguiente.
Hoyo ….:
¡Horror!, un “slide”, toca un árbol y “out”, silencio. ¿Sonreirá ante la mala
fortuna, asumirá que es consecuencia de
un error propio y preparará
serenamente una segunda bola?. ¿No se le
ocurrirá tirar el palo, rugir su mala suerte, o buscar en el entorno quien se
ha movido, hablado o generado una sombra que ha dado lugar a su error?.
Hoyo 18: No va
mal, veremos como reacciona con un poquito de presión. Salida un poco corta, va
a por su cinco, tres en “green”, vale un “putt” larguillo de aproximación, no
está mal y ¡catástrofe!, corbata, inmediatamente, “putt” con ira contenida desde
el otro lado del hoyo, el palo se le clava, la bola casi ni se mueve, total un
siete. Hay que saber aguantar la presión y la mala suerte. Todo puede empeorar.
Hemos terminado
la partida, sonreímos, nos estrechamos la mano y partimos para el “hoyo 19”.
Una cerveza, algún comentario superficial, sobre lo traidor que es este juego,
la insuficiencia de forma para cubrir el hándicap y nos volveremos a ver.
Para mí. Que es
un hombre que asume riesgos moderados, le falta un poquito de serenidad ante
situaciones complicadas y que un error lo corrige sin buscar terceros
culpables. Un poquito fantasma, porque el hándicap que dice que tiene, desde
luego no lo cubre, pero bueno eso nos pasa a todos.
En la partida
anterior, su rival, manifestó que tiene
“hándicap” 24. No cogió el “driver” en ninguna salida, cayo siempre en calle,
jamás toco un “bunker” y al final hizo dos bajo. No hizo uso de la palabra en
todo el recorrido y al final me miró como diciendo: ¿He aprobado?. Si tío, pero
eres de aburrido y poco imaginativo que no hay quién trabaje contigo y además, no
siempre vas a tener tanto suerte como hoy.
Elisa Martínez de Miguel
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