Publicado en "Cinco Dias"
Diciembre 2009
Hubo un día, en que a alguien se le ocurrió que la forma de reducir el
consumo de alcohol en EE.UU y mejorar la salud de sus ciudadanos, era prohibir
la venta de bebidas alcohólicas en todo el país.
En algunos momentos, por necesidades fiscales y con el deseo de mejorar la
salud de los ciudadanos, los impuestos sobre el tabaco y sobre las denominadas
bebidas espirituosas se incrementan en países concretos. La actual situación del
comercio, de la distribución y de la producción de todo tipo de drogas, seria un ejemplo más a aportar.
En todos los casos las consecuencias han sido las mismas: Aparición de
poderosas organizaciones criminales dispuestas a cubrir la demanda; Políticos
de todos los colores y tendencias sobornados; Agentes de la ley corruptos en
cada esquina; y como resultado, la promulgación de duras normas represivas y la
creación de una potente estructura policial y administrativa.
Los ciudadanos vieron como los jefes de las
bandas de delincuentes, así como políticos y miembros de la
administración se hacían ricos, dejando de paso unos cuantos cadáveres por el
camino. Todo acabó el día en que las leyes restrictivas de la producción del
comercio y la distribución fueron derogadas. No obstante la estructura
administrativa generada continuó buscándose otra justificación para permanecer.
La Tesis del potencial corrupto es muy simple: político en el poder “por
favor usted prohíba o al menos restrinja, que si el mercado demanda, yo me haré rico”.
En el denominado “Boom” urbanístico, los ciudadanos quieren consumir un
bien, en este caso, viviendas, locales comerciales, solares construibles.
Basándose en mejorar la vida del ciudadano con “ciudades más humanas” y con
finalidades evidentemente recaudatorias, aparece una dura legislación
restrictiva. Rápidamente un mundo de
carácter totalmente delictivo se pone en marcha; saltarse la restrictiva
normativa legal es negocio y a ello se ponen buenos abogados y economistas que
actúen de digna tapadera, pero sobre todo, los “conseguidores”, los hombres o
mujeres clave. Ellos sabrán a que político hay que acudir para que de un
empujoncito; a que funcionario, de mayor o menor nivel, sugerirle que corra el
lápiz al trazar la línea en el mapa, un
poquito a la derecha, a la izquierda, para arriba o para abajo y quienes, en su
caso si fuese necesario, se ofrecerán a trasladar los maletines precisos de uno
a otro despacho y hasta si fuese oportuno allende las fronteras.
Es una pena, como ciudadano español, tener que leer en la prensa que en
Europa está creciendo la percepción sobre la corrupción en España, acto seguido
también leemos las declaraciones del Presidente del Banco Central Europeo Jean
Claude Trinchet diciendo que hay países europeos “muy cerca de perder la
credibilidad”, ya entendemos que al menos uno de ellos, es el nuestro. Otro que
apoya este argumento es Don Manuel Nuñez, Presidente del Tribunal de Cuentas cuando
declara que “una ola de corrupción recorre España” y que “la corrupción
municipal ha puesto al descubierto la necesidad de potenciar el control sobre
el sector urbanístico”.
Endurezcamos la normativa penal: ¿Cuánto tiempo transcurre desde que se
denuncia una trama de corrupción hasta que existen sentencia definitiva? ¿Se
recupera en algún caso, al menos parte sustancial de lo sustraído? En el
cumplimiento de la condena restrictiva de libertad existen múltiples remedios para hacerla muy llevadera y breve.
¿Existiría la posibilidad de: “Usted no sale hasta que devuelva lo que se ha
llevado”?
Mi conclusión es que si se mantienen las restricciones a la oferta, por
mucho que se incrementen las sanciones, únicamente se dará lugar a un subidón
de las comisiones a cobrar por quienes ya están dispuestos a cobrarlas.
Corrupción y corruptos mantendrán su actual “estatus”.
La solución está donde siempre ha estado en situaciones de origen similar, liberalizar
el mercado del bien que se demanda. Poquitas normas y de carácter absolutamente
general. Licencia de obra con silencio administrativo positivo y
responsabilidad del constructor si al término de la obra las condiciones
establecidas no se dan. De todas formas, lo más probable es que si el bien
ofertado, ya sea piso, local comercial o de esparcimiento no reúne las condiciones
necesarias, el mercado rechace la oferta.
En la actualidad existen en España un total de 730 procedimientos
judiciales y diligencias de investigación abiertos contra partidos políticos
por casos de corrupción. En los mercados donde prima la libertad de oferta y
demanda no hay corrupción, en los que priman las normas restrictivas, la
corrupción se termina adueñando de ellos.
Elisa Martinez de Miguel
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