martes, 18 de septiembre de 2012

El Tamaño No Importa

            Publicado en "Cinco Días"
Agosto 2010

La afirmación que titula estos párrafos es de uso común, a veces defendida a veces atacada, pero en general poco analizada  en el porqué. A poco que reflexionemos podríamos llegar a un acuerdo de que antes que en el tamaño hemos de fijarnos en la adecuación que este tiene para los fines en que estimemos debe ser utilizado.

Estamos escribiendo sobre esas instituciones financieras denominadas Cajas de Ahorro y sobre la ola de promocionadas fusiones que ahora se nos presentan. Lo aclaro por si alguien iba por otros derroteros.

Parece ser que  el gigantismo se considera a menudo sinónimo de excelencia, y que todo, cuanto mas grande mejor. Pero, ¿para quien es mejor?. Evidentemente para quienes controlan las entidades, sean sus propietarios o los supuestos representares de los mismos. El gigantismo empresarial consigue con facilidad situaciones de monopolio más o menos manifiestas con sus consiguientes ventajas. Y en gran número de casos consigue la opacidad casi absoluta de su bien o mal hacer con la consiguiente impunidad para sus gestores.

Al menos teóricamente las Cajas de Ahorro no tiene más propietarios que los ahorradores o depositantes, masa difusa y con escasa, por no decir nula, capacidad de exigir  y controlar la honesta y eficaz gestión de las mismas.

Un tamaño mayor mediante la fusión de dos o tres de las Cajas de Ahorro existentes, actualmente se nos presenta como la solución de posibles problemas de viabilidad de las fusionadas, derivados todos ellos, naturalmente, de una ineficaz y torpe gestión.

Unas entidades que seguirán siendo gestionadas por políticos, procedentes de ayuntamientos, diputaciones y juntas autonómicas, por representantes sindicales y, como “florero de adorno” por algún depositante menos o nada cualificado. Consejeros y gestores que se sentarán en los nuevos “macro consejos”, con el conocimiento de que los anteriores gestores, en muchos casos ellos mismos, han sido impunes a los desbarajustes que han originado y que al final “papá Estado” te salvará de la quema a costa del erario público ¿De verdad creemos que estas enormes entidades que se están promocionando, se van a poder controlar por alguna entidad ajena a ellos mismos?.

Estamos promocionando monstruos financieros incontrolables, que en absoluto servilismo hacia el poder político de turno, financiarán y facilitarán créditos en donde el interés del poder político estime más conveniente para su promoción y mantenimiento, que no para el futuro de los ciudadanos. Si alguna vez coinciden ambos intereses pues suerte que hemos tenido. Y  desde luego nadie estará en condiciones de exigir responsabilidad alguna, real y concreta, por los desafueros que se cometan. Estamos cultivando poder absoluto, no control democrático.

Elisa Martínez de Miguel

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