Publicado en "Negocio"
Diciembre 2010
Intermitentemente, pero con continuidad, escuchamos el siguiente comentario
de algún político: “Para salir de la actual situación es preciso un gran pacto
entre las diversas fuerzas políticas”. Y a continuación, sobre todo los dos
principales partidos, pasan a echarse en cara el que si no se pacta es por
culpa del otro, que ellos han hecho todo lo posible.
Y uno se pregunta pero ¿que es lo que tienen que pactar?. Ante una
situación económica difícil, que se agrava día a día, en una situación en la
que las actuales necesidades de los ciudadanos son perentorias, suena a marear
la perdiz y no querer hablar de lo que es necesario hablar.
Hay que hacer un pacto sobre la productividad, sobre la educación, sobre la
sanidad, sobre la inversión en I+D+I e incluso sobre el sistema de pensiones o
una reforma laboral o no digamos sobre el tema de reestructuración del Estado y
competencias de las autonomías. Todo ello está muy bien, pero sus efectos se
verán dentro de varios años, y mientras tanto, los casi cinco millones de
parados ¿qué hacen?.
Al parecer nuestro problema es tan elemental y tan fácil de entender, como decir: que gastamos más de
lo que tenemos e ingresamos, que para cubrir la diferencia tenemos que pedir
prestado y que con lo que llevamos acumulado en deudas difícilmente nos van a
seguir prestando y que llegaremos, en plazo breve, a una situación en que las empresas
serias y de referencia en este país, entren en suspensión de pagos o concurso
de acreedores. Y cuando estos son los problemas, lo que hay que pactar son
medidas que den confianza para que nos sigan prestando, cierto, pero habrá que
pactar medidas para aumentar ingresos o disminuir gastos, pues si no nadie va a
confiar en nosotros.
Nos gustaría escuchar o leer propuestas de pacto sobre cómo, cuales y en
qué importe vamos a reducir gastos e inversiones; sobre cuando y qué medidas
concretas se van a tomar para aumentar ingresos; sobre cómo vamos a reducir el
nivel de paro; sobre cuando, cómo y en qué importe vamos a aumentar la
contratación pública; sobre cómo vamos a facilitar las disponibilidades de
liquidez de las empresas. Y en todos los casos en qué importe, como y cuando.
Y mientras no leamos sobre lo que en un tiempo breve puede resolver
nuestros problemas o al menos intentarlo y sigamos diciendo que queremos pactar
sobre el sexo de los ángeles, los ciudadanos de a pie, consideraremos que sólo
existe una batalla por sentarse en los sillones del poder, o por no perderlos,
pero ningún interés por resolver problemas ciertos e inmediatos de los
ciudadanos.
Elisa Martínez de Miguel
No hay comentarios:
Publicar un comentario