martes, 18 de septiembre de 2012

Pero ¿Que hay que pactar?

Publicado en "Negocio"
Diciembre 2010

Intermitentemente, pero con continuidad, escuchamos el siguiente comentario de algún político: “Para salir de la actual situación es preciso un gran pacto entre las diversas fuerzas políticas”. Y a continuación, sobre todo los dos principales partidos, pasan a echarse en cara el que si no se pacta es por culpa del otro, que ellos han hecho todo lo posible.

Y uno se pregunta pero ¿que es lo que tienen que pactar?. Ante una situación económica difícil, que se agrava día a día, en una situación en la que las actuales necesidades de los ciudadanos son perentorias, suena a marear la perdiz y no querer hablar de lo que es necesario hablar.

Hay que hacer un pacto sobre la productividad, sobre la educación, sobre la sanidad, sobre la inversión en I+D+I e incluso sobre el sistema de pensiones o una reforma laboral o no digamos sobre el tema de reestructuración del Estado y competencias de las autonomías. Todo ello está muy bien, pero sus efectos se verán dentro de varios años, y mientras tanto, los casi cinco millones de parados ¿qué hacen?.

Al parecer nuestro problema es tan elemental y tan fácil  de entender, como decir: que gastamos más de lo que tenemos e ingresamos, que para cubrir la diferencia tenemos que pedir prestado y que con lo que llevamos acumulado en deudas difícilmente nos van a seguir prestando y que llegaremos, en plazo breve, a una situación en que las empresas serias y de referencia en este país, entren en suspensión de pagos o concurso de acreedores. Y cuando estos son los problemas, lo que hay que pactar son medidas que den confianza para que nos sigan prestando, cierto, pero habrá que pactar medidas para aumentar ingresos o disminuir gastos, pues si no nadie va a confiar en nosotros.

Nos gustaría escuchar o leer propuestas de pacto sobre cómo, cuales y en qué importe vamos a reducir gastos e inversiones; sobre cuando y qué medidas concretas se van a tomar para aumentar ingresos; sobre cómo vamos a reducir el nivel de paro; sobre cuando, cómo y en qué importe vamos a aumentar la contratación pública; sobre cómo vamos a facilitar las disponibilidades de liquidez de las empresas. Y en todos los casos en qué importe, como y cuando.

Y mientras no leamos sobre lo que en un tiempo breve puede resolver nuestros problemas o al menos intentarlo y sigamos diciendo que queremos pactar sobre el sexo de los ángeles, los ciudadanos de a pie, consideraremos que sólo existe una batalla por sentarse en los sillones del poder, o por no perderlos, pero ningún interés por resolver problemas ciertos e inmediatos de los ciudadanos.

Elisa Martínez de Miguel

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